viernes, 27 de junio de 2014

EL EVANGELIO CRUEL




ANTES DE LEER EL ARTICULO LES INVITO A VER EL VIDEO QUE ADJUNTAMOS. Quise empezar el artículo de esta semana con este video, pues nos muestra cuán a menudo las personas, usuarios de FB, Twitter u otro medio de difusión social,  pueden llegar a construir una identidad totalmente paralela en las redes sociales, poniendo fotos que no son reales, diciendo que viven o hacen cosas que no hacen en realidad, etc. 
Esto puede ser un ejemplo sin embargo, de lo que muchas veces hacemos los cristianos hacemos cuando comunicamos  nuestra fe. Al igual que Scott en el video, con la mejor intención de que más gente se acerque al evangelio, declaramos verdades (OJO son verdades bíblicas, no son mentiras) pero que, por la forma de comunicarlas, cautivan muy bien la atención de los que reciben el mensaje, pero no necesariamente proporcionan al que escucha la "satisfacción inmediata" que parecen prometer. A poco andar las personas se dan cuenta que si bien conocen ahora a Dios y tienen una linda comunidad de cristianos a su alrededor, varias cosas que les “prometieron”, no funcionan realmente como les dijeron. Esto trae decepción, no sólo de la gente, de la Iglesia, sino también del evangelio y de Dios. No que no seamos cristianos, ni que el mensaje que comunicamos no sea verdad, sino que la forma de comunicarlo, “vende” el evangelio como un producto: muestra sus bondades y bendiciones, prometiendo satisfacción inmediata pero sin comunicar el costo y las luchas que implica seguir a Jesús. Esto a la larga produce decepción porque es algo muy cruel que le digas a alguien que el evangelio le va a cambiar la vida inmediatamente y a poco andar se da cuenta que no es así de instantáneo, sino que hay un proceso de transformación, de "tomar la cruz" y seguir a Jesús. 

J.I. Packer un autor clásico del siglo XX, denominó a esta forma de entregar el mensaje con como “El Evangelio Cruel”. De él tomé el nombre de este artículo.

Isaías señaló esta forma de comunicación del mensaje de Dios como "camas estrechas y mantas cortas" (Isaías 28:19-20) algo que promete arroparnos, pero que no lo hace, al menos de la forma que los que reciben el mensaje esperan...¿En qué consiste el Evangelio Cruel?¿Cuales son algunas verdades que los cristianos comunicamos mal?
1)    "Si vienes a Cristo, tus problemas se acabarán”: Estoy convencido hasta mis huesos de esto: por el poder del Espíritu, no sólo eres salvo, sino que además, puedes vencer los pecados con que luchas, podrás encontrar una salida a tus problemas, tendrás dirección en cuanto a tus relaciones, a tu realización personal, los deseos de tu corazón, etc”. Dicho así podemos decir “ES VERDAD”. Estas son grandes posibilidades que están en la escritura y son verdaderas, ¡Gracias a Dios que sea así! Pero comúnmente las enfatizamos de tal modo que lo que se comunica es que “si vienes a Cristo, se acabarán tus problemas”. Si uno comunica así el mensaje de Jesús, minimizamos el lado más duro del evangelio (la disciplina diaria, la guerra interminable contra Satanás, el vagar a veces en oscuridad, etc). Cuando "sobre-enfatizamos" que las tentaciones, la carne, el mundo ya no serán un problema para nosotros, esto conduce a las personas a conclusiones erróneas que finalmente las decepcionan más que las afirman. Tampoco se trata de sugerir que el evangelio es únicamente sufrimiento. Pero muchas veces comunicamos en lugar de esperanza real, un evangelio "color de rosa" donde prometemos más cosas que lo que Dios se ha dispuesto a cumplir en este mundo. 
APL: Como pastor veo cómo las personas se desaniman cuando a poco andar en las vidas de las personas aparecen de nuevo los problemas con la esposa, con los hijos, los padres, las tentaciones y malos hábitos que parecían vencidos. Cuando aparecen y a veces con más fuerza que antes. Lo que parecía felicidad durante las primeras semanas de convertidos, ahora parece que no es así y que la vida libre de problemas no se ha producido. ¿Cómo podemos enfrentar este problema? La palabra de Dios dice: "Conocerán la verdad y la verdad los hará libres" (Juan 8:32)
La verdad es que lo que Dios que dijo en Isaías 40:11 Como un *pastor que cuida su rebaño,
    recoge los corderos en sus brazos;
los lleva junto a su pecho,
    y guía con cuidado a las recién paridas, efectivamente lo hace. Con frecuencia al principio de la vida cristiana, hay una gran alegría emocional, vemos algunos milagros que Dios hace, sanidades, reconciliaciones, personas que se convierten inmediatamente. NO quiere decir que Dios ya no lo haga más. Sin embargo, cuando los cristianos se hacen más fuertes y están en condiciones de soportar más, nos somete a una disciplina más rigurosa. Nos expone a prueba que seamos capaces de tolerar (1Cor.10:13) 13 Ustedes no han sufrido ninguna *tentación que no sea común al género *humano. Pero Dios es fiel, y no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que puedan aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él les dará también una salida a fin de que puedan resistir. 
En Hechos14:21- 22 leemos:  21 Después de anunciar las buenas *nuevas en aquella ciudad y de hacer muchos discípulos, Pablo y Bernabé regresaron a Listra, a Iconio y a Antioquía, 22 fortaleciendo a los discípulos y animándolos a perseverar en la fe. «Es necesario pasar por muchas dificultades para entrar en el reino de Dios», les decían. 

En este pasaje se nos muestra a Pablo y Bernabé volviendo a la Iglesia de Antioquía para “fortalecer a los discípulos y animarlos a perseverar en la fe”. ¿Por qué tuvo que animarlos a perseverar? Porque no nos daríamos el tiempo de alentar a perseverar a alguien que “va como avión”…probablemente los nuevos discípulos de Antioquía estaban pasando por pruebas. En su ánimo Pablo y Bernabé destacaban el hecho de que las pruebas fortalecen el carácter y la fe pues conocemos a Dios en una forma más profunda.  Además las pruebas nos preparan para ayudar a otros.

“De este modo se cristaliza nuestro sentido de los valores. Así también (Dios) se glorifica en nuestras vidas, porque en nuestra debilidad, se perfecciona Su fortaleza. No hay nada antinatural por lo tanto, en el aumento de las tentaciones, los conflictos y las presiones, cuando el cristiano aprende a andar con Dios; todo lo contrario, algo estaría mal si así no ocurriese” (J.I. Packer “Conociendo a Dios")

2) “Si ya no estás bien como al principio, es porque estás en pecado o (variante) no tienes suficiente fe”. Creo que es necesario aclarar esto. Es verdad que la Biblia nos dice que si ya escogimos dejar de vivir bajo pecado, no nos vamos a poder volver a gozar en el pecado (Romanos 6:4) Por tanto, mediante el bautismo fuimos sepultados con él en su muerte, a fin de que, así como Cristo *resucitó por el poder[a] del Padre, también nosotros llevemos una vida nueva.
Es verdad que cuando un cristiano vuelve a involucrarse en el pecado, esto deprime su vida espiritual, siente que Dios se aleja, que no lo escucha, etc.También es cierto que "sin fe es imposible agradar a Dios" (Hebreos 11:6) Pero no siempre cuando una persona no escucha a Dios o no anda con la misma alegría que cuando conoció a Cristo, es porque esté en pecado o no tenga suficiente fe. Eso mismo fue lo que le dijeron los amigos a Job después que le vinieron las desgracias. En resumen sus amigos le dijeron:  “confiesa tu pecado Job, porque Dios no te tiene así por casualidad”. 
No siempre es así y tarde o temprano va a haber un momento en que no va a ser así. Tarde o temprano, Dios va a ejercitar a Su hijo, a Su hija para que forme su carácter y probablemente va a pasar por diversas pruebas, ataques del diablo y tentaciones de la carne. 
Hebreos 12:5 nos recuerda: Y ya han olvidado por completo las palabras de aliento que como a hijos se les dirige:«Hijo mío, no tomes a la ligera la disciplina del Señor
    ni te desanimes cuando te reprenda,porque el Señor disciplina a los que ama,
    y azota a todo el que recibe como hijo.»[a]
(Proverbios 3:11-12) 11 Hijo mío, no desprecies la *disciplina del Señor,
    ni te ofendas por sus reprensiones.12 Porque el Señor disciplina a los que ama, como corrige un padre a su hijo querido.

La Biblia está llena de ejemplos de personas que pasaron por pruebas y que después de eso, su relación con Él se profundizó aún más. Abraham, trató de ser el protagonista de la historia y tuvo un hijo llamado Ismael…eso le valió esperar otros 13 años hasta que el hijo de la promesa (Isaac) nació. Moisés se vio a sí mismo como el "salvador" de su pueblo y trató de hacer justicia matando a un egipcio que abusaba de un israelita. Eso le valió 40 años en el desierto. David después del adulterio con Betsabé, del asesinato de su marido, de descuidar a su familia y hacer un censo para alimentar su ego, Dios lo disciplinó duramente. Jonás también, después de desobedecer, terminó en el vientre de un gran pez, arrepintiéndose de su tozudez
Todos estos hombres, al arrepentirse, experimentaron la gracia de Dios que de otra manera no habrían conocido. Después del arrepentimiento, Abraham llegó a ser el padre de una nación y el padre de la fe, para todos nosotros. Después que David se arrepintió, de cada una de sus cosas, Dios lo levantó y llegó a ser un hombre conocido como “conforme al corazón de Dios”. Moisés después de su arrepentimiento, llegó a ser conocido como el libertador de su nación y vio milagros y señales de Dios que nosotros no hemos visto nunca.
La verdad es que muchas veces no sabemos por qué vienen las pruebas a nuestra vida. En lugar de luchar, la clave para pasar las pruebas y realmente crecer es entender 3 cosas:

1. Hay una guerra espiritual. Hay un enemigo detrás de cada acto contra Dios agazapado en la oscuridad y que busca desanimarte.
2. La guerra se pelea en adoración: (Isaías 30:32) La guerra espiritual debe ser y hecha con adoración. Cuando el pueblo adora, él tiene que huir.
3. La verdadera adoración es rendición: (Hebreos 13:13-15) 13 Por lo tanto, salgamos a su encuentro fuera del campamento, llevando la deshonra que él llevó, 14 pues aquí no tenemos una ciudad permanente, sino que buscamos la ciudad venidera. “Llevar la deshonra” en la adoración quiere decir que nosotros nos rendimos a Dios, admitiendo que podemos entrar en Su presencia, aunque todavía no tengamos nuestras finanzas bajo control, nuestro carácter no está totalmente sometido, o nuestros hijos ordenados. 
Esto en términos de la teología del reino se llama comprender “el ya y el todavía no”. En Cristo somos hijos de Dios, somos santos, somos prósperos, tenemos familias felices…pero todavía no. Aún no vemos concretado todo lo que Él nos promete y ya tenemos en Cristo. Asumir esta aparente "contradicción" de que no tenemos la vida totalmente solucionada, pero a pesar de eso podemos vivir una vida bendecid, a nos pone en la dimensión de la gracia y nos da una plataforma amplia para adorar desde la posición de la gracia, donde el enemigo nos podrá presionar...pero no nos puede derrotar (2 Corintios 4:7-18)

¿Estás experimentando algún sentido de fracaso? ¿has hecho algo que no agrada a Dios? La solución es volver a Dios "llevando nuestra deshonra". En Él hayamos descanso y esperanza verdadera. Su gracia restauradora está a nuestra disposición. Él no promete necesariamente cambios "instantáneos", pero el sí promete estar con nosotros en todo el proceso. "He aquí yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo" (Mateo 28:20)
Bendiciones para todos!





jueves, 19 de junio de 2014

LA GRANDEZA: LA MARCA DE DIOS

  
  

Querida Iglesia y Amigos!
“Un gran hombre demuestra su grandeza por el modo en que trata a los que son o tienen menos que él” – Thomas Carlyle

En nuestra sociedad vivimos en una crisis de liderazgo. La percepción general, sobre todo de los jóvenes es que no hay alguien a quien seguir y en quién confiar. En especial en la política, se ha vuelto una guerra sucia en la cual todos cuestionan las intenciones de los del partido del frente, buscando socavar su poder y “traer agua hacia su propio molino”. 
Nuestro corazón agradece cuando aparecen políticos, padres, profesores, pastores, sacerdotes, que en lugar de ponerse en un pedestal de superioridad, se atreven a reconocer sus errores o reconocer los aciertos de sus adversarios. Esto es “grandeza”.   

Existen en la historia personajes que son ejemplo de grandeza, que han dado ejemplo de respeto y buen trato a sus adversarios y a las personas más desfavorecidas de la sociedad.
Sin embargo, la grandeza no debería ser propia sólo de los políticos, o de los que están en autoridad, sino de todos nosotros, particularmente aquellos que conocemos a Dios. 

¿En qué consiste la grandeza cristiana? 
En la Biblia hay una pequeña carta que es una tremenda exhortación a la grandeza para los hijos de Dios, llamada “Filemón”, escrita por el Apóstol San Pablo a un discípulo suyo, cuyo esclavo llamado Onésimo se había escapado (recordemos que en esa época la esclavitud era una práctica común en el mundo antiguo). Sin embargo es capturado y estando en prisión conoce a San Pablo, con el cual se convierte a Cristo. Ahora Onésimo es enviado de vuelta a su amo.  Imaginemos por un momento el terror que este Onésimo estaría experimentando. Probablemente por su mente pasarían historias de terror que le habrán contado de otros esclavos capturados, las torturas y maltratos a los que podría ser sometido por parte de un amo con deseos de venganza.
Sin embargo como dice el dicho: “el mundo es un pañuelo”. Da la “coincidencia” que San Pablo conocía a Filemón y éste era su discípulo. Por lo tanto San Pablo le escribe a Filemón una “carta de recomendación” en su calidad de padre espiritual, animándolo a que no sólo tenga “un gesto de grandeza” con Onésimo, sino que acoja a Onésimo en su hogar, sin represalias, sino como un hermano.
Para persuadir a Filemón, San Pablo no apela a su bondad natural, ni a su buena educación, sino a la comunión espiritual que como hijo de Dios

​, ​
Filemón tiene con Dios y sus demás hermanos en Cristo

Pido a Dios que el compañerismo que brota de tu fe sea eficaz para la causa de Cristo mediante el reconocimiento de todo lo bueno que compartimos
​.
Filemón 6

La grandeza cristiana no brota de sentimientos altruistas, sino de la comunión espiritual que tenemos con nuestros hermanos y hermanas en Cristo. Somos hijos de Dios.  

Se nos anima a tener actitudes superiores a las del resto del mundo porque “mayor es el que está en nosotros, que el que está en el mundo” (1Jn.4:4 ref.). En nosotros está un Espíritu superior al del mundo. 
Perdonar  o pedir perdón una vez en muchos círculos de la sociedad actual  puede ser
​ ​
 considerado un acto de grandeza, en el judaísmo perdonar 7 veces era símbolo de perfección…Jesús nos dice que perdonemos 70 veces 7.

¿De dónde  saco actitud para perdonar de esa manera? 
De dónde puedo llevar 2 millas una carga cuando se me pidió llevarla sólo una? Filemón 6 tiene la clave: 
Nuestra fe espiritual es como un manantial de aguas profundas, que nunca se acaban. Podemos volver a la fuente del Espíritu que vive en nosotros, en oración y búsqueda de Dios, cada vez que necesitemos “una dosis extra de amor” y SIEMPRE habrá. 
Siempre habrá provisión espiritual cuando tengamos que perdonar al hijo que se fue de casa a vivir desordenadamente y ahora quiere volver. Siempre habrá provisión espiritual cuando perdonemos la deuda a quien no nos ha pagado lo que nos debe. Siempre habrá provisión espiritual cuando sirvamos a nuestrocónyuge con cariño aunque “no lo merezca”. Siempre habrá provisión espiritual cuando tengamos que perdonar a un padre, unprofesor, un patrón, o a un líder religioso que nos ha decepcionado.  
Su provisión es abundante. Sólo necesito reconocer mi necesidad de ella y tener la valentía de extender mi mano hacia Dios en oración para recibir de Él esa dosis extra de amor que necesitamos para mostrar el amor con que Cristo nos amó a nosotros, aún sin merecerlo.  
Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.(Romanos 5:8)
Que tengan un muy buen resto de semana
​, ​
Dios los bendiga. 

Les amamos, pastores  Javier y Andrea

miércoles, 11 de junio de 2014

​DESAFIADOS FRENTE A LA HOMOSEXUALIDAD​


  
 
 


Querida Iglesia y Amigos!
En estas últimas semanas, a raíz del debate acerca del matrimonio igualitario que se está dando en nuestro país, he tratado de pensar cuál debe ser la actitud de la Iglesia en todo esto y particularmente la nuestra como Viña de San Bernardo.  
Hace un par de meses atrás supe de una encuesta llevada a cabo en USA sobre la percepción que la sociedad tiene acerca de los cristianos (dicha encuesta fue aplicada a jóvenes entre 16 y 29 años que no se congregaban en ninguna iglesia). La encuesta también contempló alternativas de percepciones positivas y negativas que los jóvenes podían escoger. Sin embargo los resultados fueron:
-       91%  considera a los cristianos anti gay
-       87% considera a los cristianos homofóbicos
-       81% considera a los cristianos hipócritas (que dicen una cosa y hacen otra)
Se puede suponer que en Chile, actualmente la percepción podría ser similar.
Pero más que importarnos lo que piense la sociedad de nosotros, debería importarnos mucho más qué pensamos nosotros de nosotros mismos y de nuestra labor como Iglesia en la sociedad. Para el terremoto de Iquique y el incendio de Valparaíso, en la TV aparecieron algunas personas cristianas declarando que estas tragedias se debían a que en Chile se quiere aprobar el matrimonio homosexual. Declaraciones como estas me preocupan, pues evidencian que tenemos un problema acerca de cómo comunicamos el mensaje de Jesús al mundo.

En La Viña de San Bernardo abrimos las puertas a todo el que esté buscando de Dios. Recibimos a los  que se han divorciado, a los que conviven, a las personas que tienen relaciones sexuales prematrimoniales, a los que miran pornografía, a los que han abusado de sus parejas, como también a los mentirosos, a los ladrones, a los iracundos,etc) y buscamos acompañarles en su proceso de restauración… ¿no debería ser también así con los homosexuales?
Necesitamos abordar este tema como Iglesia. Es un asunto explosivo y difícil, pero que amenaza con dividir la Iglesia Evangélica, así como ya lo ha hecho en varias denominaciones en Europa y Estados Unidos, en países donde la discusión ya se ha instalado. NO pretendo tener todas las respuestas, sin embargo, acá van algunas reflexiones al respecto. ¿Cómo podríamos abordar el tema de la homosexualidad? Sin pretender entender toda la dimensión del problema, sugeriría dos cosas como base:  
1)    Necesitamos abordarlo desde la perspectiva del plan de Dios: Romanos  1:21-31 abiertamente declara que la práctica homosexual es pecado (v.26-27). Aunque nuestra sociedad insista en que lo abordemos como una opción más de vida o como algo genético, nos vemos en la necesidad de definir nuestra posición: es un pecado como cualquier otro. Sin embargo tenemos que entender que este pasaje no es “un ranking” de pecados, donde hay algunos pecados, más aborrecibles que otros. Recordemos que en este pasaje San Pablo pone al homosexual, al mismo nivel que el chismoso, que el iracundo, el ladrón, el insolente, el que se rebela contra sus padres, etc (v.28-31). Billy Graham el más importante evangelista del siglo XX lo dijo así: “no me cito a mí mismo, sino a la Biblia al decir que la homosexualidad es pecado. Pero un pecado que está al lado de muchos otros pecados”. La homosexualidad es un pecado que necesita ser tratado y del cual debemos arrepentirnos igual que de todos los demás, para recibir sanidad. Es un pecado por el cual Cristo también tuvo que morir en la cruz.
2)    
​    ​
Necesitamos abordarlo desde la perspectiva pastoral: ¿Qué hacemos como comunidad cuando alguien se involucra en el pecado de la homosexualidad u otro pecado sexual? ¿Cuál debería ser nuestra actitud como parte de la Viña de San Bernardo si comienza a venir alguien que está involucrado en relaciones homosexuales? 1Corintios 13:8 “El amor nunca dejará de ser”. Esta es la mejor estrategia según San Pablo. Funciona con los ateos, funciona con las personas involucradas en sectas, con los drogadictos, y en con todos nosotros los pecadores. En cuanto a los homosexuales, aunque nos sintamos incómodos, aunque te sientas inadecuado, aunque no sepas de qué hablar, más que sólo tolerancia y respeto, la Iglesia DEBE ofrecer amor.
C.S. Lewis (autor de la novela “Crónicas de Narnia”) escribió en su libro “Cristianismo y nada más” lo siguiente: 
“Existe una persona a quien yo amo entrañablemente, aunque no me gusta lo que hace. Existe una persona a la cual yo acepto y hacia la cual le tengo gran afecto, a pesar de que sus acciones y actitudes me dan asco. Esa persona…soy yo”.

Nosotros mismos desobedecemos a Dios, nos alejamos de Dios, nos asquean nuestras propias actitudes muchas veces, sin embargo, a pesar de todo, nos las arreglamos para amarnos a nosotros mismos entrañablemente… eso me recuerda algo que escribió Moisés y que Jesús citó como el segundo gran mandamiento: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.

La orden que Dios le dio a Robie Dawkins, resume muy bien la actividad de Dios y la actitud que nosotros como Iglesia vamos a tomar: 
​                      
 “Tú sólo ámalos. Yo me encargo de cambiarlos”.
Bendiciones para todos!
​PASTORES JAVIER Y ANDREA


​​

miércoles, 4 de junio de 2014

El Lado B del Evangelio


Hace unos días vi una entrevista a una  mujer que fue dada en adopción ilegal hace más de 30 años, ella se enteró de que es adoptada sólo hace 5 años​. El periodista le preguntó: 
“¿Por qué quieres conocer a tus padres biológicos si esa experiencia sólo podría traerte más dolor?”  La mujer respondió: “necesito permitirme el dolor para poder conectarme con lo real”.
Para ella la vida que había tenido junto a sus padres adoptivos, a pesar de haber sido una vida buena y cómoda,  era una mentira.

Prefería aún sentir el dolor de enfrentarse a una madre biológica que la abandonó, a seguir viviendo dicha mentira.
El dolor parece no ser amigo​ de nuestra sociedad, sobretodo en estos tiempos en que  todo “debiera ser” suave, todo rápido, todo sin dolor.
El mensaje del evangelio, nos revela una realidad muy distinta, a la corriente de nuestra sociedad:
“Tengan por sumo gozo cuando pasen por diversas pruebas!”
(Santiago 1:2)
“A la verdad ninguna disciplina parece ser causa de gozo al principio…” 
(Hebreos 12:11)
El AT nos señala que el Mesías (Jesús) sería conocido como
“varón de dolores, experimentado en quebranto…” 
(Isaías 53:3)
La disciplina y el dolor son dos aspectos que constituyen lo que yo llamo “el lado B del Evangelio”. ¿P​or qué digo “el lado B”? Porque probablemente cuando llegamos a Cristo, se nos predicó que Dios nos ama, que Dios es bueno, que Dios nos conoce, se compadece de nosotros.  Todas verdades reales y que abrazamos con todo nuestro corazón. Si no fuera por la gracia de Dios, no podríamos acceder a tener comunión con el Padre. 
Sin embargo, seguramente no se nos habló en aquel​ momento de la disciplina y el dolor que a menudo experimentan los que siguen a Cristo. Probablemente descubrimos ese “lado B” por nosotros mismo cuando pasamos por ​dolores, enfermedades, incomprensiones y ​problemas de diversa índole.
No podemos pretender que no existe “el lado B”. No nos gusta, p​ero es real y es parte integral del evangelio, pasajes muy conocidos nos recuerdan esta realidad:​

“Dios a todo aquel que ama disciplina”
“nos gloriamos en las tribulaciones”

¿Por qué son necesarias la disciplina y la tribulación? ¿no sería más fácil que una vez que conocemos a Cristo se acaben los problemas? ¿No sería más fácil incluso que más gente se convierta al ver la vida sin problemas que llevan los cristianos en comparación con ellos? La verdad todo sería más fácil, pero nos saltaríamos un paso importantísimo de la obra de redención: 
Ser transformados a la imagen de Cristo.
En la disciplina y el dolor:
* ​Nos conectamos con el dolor humano y experimentamos la compasión 
​   del  Padre​(Juan 10:33).​
​* ​Aprendemos ser pacientes y tener esperanza (Romanos 5:3-4).​
* ​D​amos fruto espiritual (Hebreos 12:11).​
* E​s una oportunidad de sentir el amor y apoyo de la familia de Dios (Filip​.​ 4:10).​
​* D​esarr​ollamos tolerancia y adaptación en situaciones adversas​ (Filip. 4:12-13)​.​

Hay muchas cosas más que aprendemos durante las pruebas.
​Sin embargo malentenderíamos el evangelio si pensáramos que debiésemos buscar que nos pasen cosas malas. No deberíamos tener nuestra identidad basada en los dolores, las enfermedades, las miserias de la vida humana. No es el plan de Dios para nosotros el hacernos sufrir. Sin embargo, 
​u​n entendimiento claro del evangelio involucra, simplemente aceptar esta verdad: que la vida tiene de todo…de dulce y de amargo​ y que a todos, cristianos o no cristiano, nos toca vivir ambos lados de la vida. 
Quienes  conocemos a Dios tenemos esta esperanza: 
“A los que aman al Señor TODAS las cosas 
les ayudan a bien” 
(Romanos 8:28)


Que Dios les bendiga!