miércoles, 11 de febrero de 2015

EL DÍA EN QUE JESÚS ME HABLÓ AL RITMO DEL REGGAE



Como familia usualmente pasamos nuestras vacaciones  en un hermoso y tranquilo lugar en el sur de Chile. A parte del descanso allí se experimenta mucha paz y sosiego, tan necesarios  después de un agitado año. 
Sin embargo en estas vacaciones ocurrió algo que perturbó aquella tranquilidad por un día. En el predio del lado, se autorizó una ruidosa fiesta reggae. De hecho era un concierto con bandas en vivo. Toda nuestra familia, abuelos, hijos y nietos, estábamos indignados al darnos cuenta de que la tranquilidad iba  a ser perturbada durante toda la noche por esta muchedumbre de ruidosos jóvenes con dreadlocks y poco decoro. Llamamos a la policía para que detengan el ruido y ojalá que clausuren la fiesta. La policía apareció pero no surtió efecto, incluso los organizadores del concierto vinieron a conversar con nosotros "en son de paz" para tratar de apaciguarnos prometiéndonos que después de medianoche el ruido iba a bajar su intensidad. Pero no fue así. El concierto duró  en nuestros oídos literalmente hasta las 6 am con todos los excesos de ruido, drogas, etc que normalmente ocurren en este tipo de eventos. 

Un par de días después recordando este incidente pensé:"¿Qué habría hecho Jesús en una situación así?. "¿Habría llamado a la policía y reclamado por "su derecho a la tranquilidad" como nosotros, lo hicimos?, o  ¿habría  preparado   un poco de sopita a la mañana siguiente para llevarles y aliviar la “resaca” de los que quedaban ahí, conversar con ellos y mostrar un poco de amor?. 
La verdad no  sabemos  con exactitud lo que El habría hecho, pero en la Biblia encuentro una pista de cómo se movía y reaccionaba frente a desafíos parecidos.  Mateo 9:36   dice que Jesús, Al ver a las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban agobiadas y desamparadas, como ovejas sin pastor. Jesús  alimentó, sanó y compartió la mesa con mucha gente que nunca le siguió después. Para Jesús el amar y las obras del reino no eran sólo "un método de evangelismo". Eran un estilo de vida.  
Esa "pequeña" multitud de rastafaris en medio de los cerros en Caburgua  fue usada por el Espíritu Santo para hacerme algunas preguntas incisivas al corazón, que hoy te quisiera compartir para que también medites en ellas: 

* ¿Tengo una actitud abierta de amor y gracia hacia los que no conocen a Jesús o prefiero que los no cristianos "no me molesten"?

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* ¿Qué puedo hacer en forma práctica para mostrar amor hacia los que no conocen a Jesús y viven en mi comunidad?.

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* Jesús era conocido porque "comía con publicanos y pecadores" sin embargo nunca dejó su santidad ni transó con Sus convicciones.  ¿Cómo puedo acercarme en forma práctica a los que no conocen a Jesús y entregarles amor verdadero sin transar con mis convicciones? 

Con esta reflexión deseo animarte  y desafiarte  al comenzar este año de trabajo y estudios. Este año  habrá muchas ocasiones en que los no cristianos "te molestarán" en el trabajo, en la universidad, en la casa,  o en el colegio con su estilo de vida, con sus opiniones distorsionadas, con sus actitudes, con sus acciones o sus palabras.  En esos momentos  recuerda: Jesús nos amó a ti y a mi “SIENDO AÚN PECADORES” (Romanos 5:8).  Él nos manda a tener esa misma actitud  con los que no lo conocen.
Que nuestra compasión  muestre a Jesús al mundo más que  nuestra conducta o cualquier argumento bíblico, teológico o ético.                                 
 El amor y la compasión pueden ser la puerta para que podamos ver señales y maravillas de Dios  mientras El  cambia vidas y abre espacio para que las sanidades  y conversiones se manifiesten entre los que no le conocen. Tú y yo podemos ser usados y ver milagros pasar por nuestras manos. La compasión es el camino.                             
Recuerdo nuevamente esta frase que Dios le dijo a Robby Dawkins: "Tú preocúpate de amarlos,    Yo los cambio."
Bendiciones para todos!