En estas últimas
semanas aprendí algunas cosas interesantes de 3 personajes icónicos: Thomas
Alva Edison, Walt
Disney y John
Wimber. En los siguientes
reflexiones voy a hablar de algunos valores que cada uno de estos líderes
representan, como esos valores se reflejan en la Biblia y qué podemos aprender
de ellos.
El primero será
Edison. En nuestro reciente viaje a USA
llevamos a nuestras hijas a la casa, ahora museo, de este personaje, en Fort
Myers en Florida. Fue un día de lluvia, mucho calor y de comer mangos en el
patio de la casa de Edison, pero también aprendimos algunas cosas. Por ejemplo;
THOMAS ALVA EDISON fue uno de los más prolíficos inventores del
siglo XX. Más de 1000 inventos patentados con su nombre, hacen de él un
verdadero genio. Sus descubrimientos, innovaciones y publicaciones tuvieron
gran influencia en campos como la electrónica, la química y el entretenimiento.
A Edison se le atribuyen inventos como el fonógrafo y la ampolleta (foco, bulbo
incandescente), la primera muñeca parlante, los primeros prototipos de cámaras
de cine y los primeros paneles solares y el
generador eléctrico entre muchos otros. Sin embargo a mi modo de ver,
una de las contribuciones mayores de Edison a la ciencia se expresa en algunas
de sus frases más celebres. “El científico se forma por un 1% de
inspiración y un 99% de transpiración”. Se dice que antes de encontrar la clave para inventar la ampolleta,
trabajó en alrededor de 300 teorías
fallidas donde el experimento no funcionó. Al ser consultado acerca de este
hecho, el respondió “Yo no he fracasado. Sólo he encontrado 300 formas en
que la ampolleta (foco) no funciona.
Cuando haya descartado todas las posibilidades que no
funcionan, encontraré la que sí funciona”.
Realmente esto es
lo que me impactó de su vida, más que sus inventos, que ya son increíbles, me
impresiona su actitud de perseverancia. Si queremos una vida fructífera, relaciones
que perduren y alcanzar nuestras metas, necesitamos una gran dosis de
perseverancia.
Existen miles de
visionarios en el mundo, pero los que son recordados son sólo aquellos que
tienen la perseverancia suficiente para persistir hasta ver su visión hecha
realidad.
En su carta a los
Colosenses, San Pablo relaciona directamente la gracia con la perseverancia. Les
escribe y les hace saber de que se
enteró acerca de que ellos habían llegado a Cristo por Su gracia y que estaban
dando fruto. En su carta les anima: 9 Por eso, desde el día en que lo supimos no hemos dejado de
orar por ustedes. Pedimos que Dios les haga
conocer plenamente su voluntad con toda sabiduría y comprensión
espiritual, 10 para que vivan de manera digna del Señor, agradándole en
todo. Esto implica dar fruto en toda buena obra, crecer en el conocimiento de Dios 11 y ser fortalecidos en
todo sentido con su glorioso poder. Así perseverarán con paciencia en toda
situación, dando gracias con alegría al Padre. (Colosenses 1:9-11)
¿Cómo
podemos los cristianos permanecer firmes y constantes (perseverantes) en medio
de problemas, enfermedades y la presión de un ambiente laboral de moralidad
decadente?, ¿Cómo
podemos perseverar en conservar
relaciones sanas y vivir en integridad?
A diferencia de Edison, la perseverancia para los cristianos
no es solamente una porfiada determinación de hacer algo, o cumplir una meta.
Este pasaje menciona 2 veces la palabra “conocer”. La perseverancia cristiana se basa en conocer a Cristo y Su voluntad (v.9-10).
Conocer a Cristo implica mucho más que ser salvo. Tampoco es
conocer mucho de teología. Conocer
a Dios involucra desarrollar una relación diaria de amor con Dios. En esta
relación de amor Dios mismo te revela Sus propósitos y dirección. Cuando tienes
un propósito en la vida y una dirección hacia donde ir con Él, nada te podrá
detener. Ni los fracasos, ni los problemas, ni las enfermedades.
Sólo una relación con Dios renueva tu visión
y te fortalece para que puedas perseverar.
¿Estás pasando por situaciones que te empujan a dejar de lado
tus metas, o a claudicar en tu fe? Involúcrate en una relación personal con
Dios. Orando, leyendo tu Biblia y adorando podrás refrescar tu visión,
encontrarás descanso y renovarás el propósito que tienes en Cristo. Esto es lo
único que te puede dar verdadera fortaleza para perseverar en medio de la
adversidad.
Que Dios
te bendiga!