miércoles, 5 de noviembre de 2014

COMO ENCONTRARNOS CON DIOS EN MEDIO DE UNA CRISIS


Hace unos 25 años atrás, el Pr. Roger Cunningham  y yo, tuvimos un accidente de automóvil. Veníamos por una avenida rápida de Santiago, con preferencia de paso, cuando un vehículo no respetó una señal PARE y nos embistió en la parte delantera, por el lado del copiloto (donde iba sentado yo). Debido a la fuerza del impacto, nuestro vehículo hizo un “trompo” y quedamos mirando en la dirección opuesta a la que veníamos. Al detenernos en medio de los vidrios quebrados, latas abolladas y la sangre que salía de mi cabeza (producto de un corte hecho por vidrios que saltaron) recién ahí me di cuenta de lo que había pasado. Pero también en ese mismo momento aprendí una de las lecciones de adoración más importantes de mi vida. Después de preguntarme cómo me encontraba, mi pastor me tomó por la mano y elevó una sencilla pero poderosa oración “Padre, no entendemos por qué esto nos sucedió, pero te adoramos.”
Esa sencilla oración de mi pastor marcó mi vida, porque fue una lección acerca de que Dios está con nosotros en todo momento y aún en las crisis más inesperadas, podemos adorarle y tener comunión con Él.
Siempre relacionamos las visiones de Dios con momentos de éxtasis en los cuales la presencia de Dios se manifiesta en una forma más palpable que lo acostumbrado. De hecho en la Biblia hay ejemplos de esto.
Creo que si nos diesen a escoger cuándo quisiéramos que Dios se manifieste, creo que la mayoría preferiríamos que fuese en momentos tales como en la Iglesia, en un devocional, etc., pero que no tengamos que pasar por alguna crisis para que esto ocurra. Sin embargo en los momentos de más dificultad, es cuando necesitamos más desesperadamente la intervención sobrenatural de Dios. En medio de un problema en el trabajo, en la enfermedad de un hijo o en una crisis matrimonial, Dios quiere manifestarse y darte nuevas fuerzas, darte una palabra o algo que señale y anime tu camino…
¿Cómo ver a Dios manifestado en medio de las crisis? Aquí señalo 3 claves que pueden ayudarnos:
1.     Fortalece tu convicción: TODAS las cosas me ayudan a bien (Romanos 8:28). No hay nada que te ocurra que esté fuera del control de la providencia y el poder de Dios. Por lo tanto la crisis más aguda que vivamos en lo familiar, lo financiero etc, no nos destruirá. Si nos agarramos de la mano de Dios, y afirmamos nuestros pensamientos acerca de Su amor y Su favor para con nosotros, la crisis sólo nos puede levantar aún más. “Por la noche vendrá el llanto, pero el gozo viene por la mañana”.
2.     Pregúntate “Para qué” en lugar de “Por qué”. Puede sonar cliché, pero la verdad es que detrás de cada crisis hay una bendición escondida para todos los que amamos a Dios. Quizá no la vemos ahora, pero  es sólo cuestión de tiempo para que la podamos palpar. Espérala. Tarde o temprano llegará.
3.     Retírate, cálmate y contempla: si tienes esta oportunidad en medio de la crisis, NO LA DESPERDICIES. Toma tiempo para elevar una oración,  estar a solas con Dios (en el lugar que sea, por el tiempo que puedas). Así se calmará tu alma, podrás escuchar Su consejo y retomarás fuerzas para enfrentar la contingencia.

Quién nos separará del amor de Cristo? Tribulación? Angustia???? (Romanos 8:35) NADA. Por eso te animo hoy. Si estás pasando por momentos críticos busca a Dios. Él está a una oración de distancia. Bendiciones para ti.

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