miércoles, 11 de mayo de 2016

Prefieres una carrera o prefieres a Jesús?


En 1994, John Wimber dio una entrevista a la revista británica Worship Together (Adoremos Juntos). A continuación, les comparto un extracto de ella:
"Durante los últimos 6 meses he estado leyendo algunos de los autores clásicos evangélicos. Entre ellos, el libro titulado “El Secreto Cristiano de una Vida Feliz” escrito por Hannah Whithall Smith. Alguien me regaló una copia de este libro a las tres semanas de convertirme. La lectura de este libro me proporcionó un contexto para mi espiritualidad y un fundamento para confiar y obedecer a Dios. Libros como éste me han enseñado que buscar a Dios para obtener experiencias y dones es algo superficial: ¡Estamos llamados simplemente a buscar a Dios! He predicado muchas veces que estamos llamados a servir a Dios con reverencia, con todo nuestro ser, con todo nuestro corazón. Enfatizando que si Dios es tu tesoro en la vida, no podría garantizarte ni que tus hijos sean felices, ni que tu esposa te va a amar por siempre…pero te garantizo que si tu deseo es Jesús, vas a tener a Jesús y podrás caminar con Él todos los días de tu vida.
Cuando comencé con este cáncer hace un año atrás, estaba espantado cuando la gente de mi propia iglesia me preguntaba, “¿No tienes miedo de que te vas a morir?” Después de que unas cincuenta personas me preguntaron lo mismo, me di cuenta de que no había enseñado realmente la verdad de la palabra a mi congregación. Tuve que pararme frente a mi congregación y decir: “En junio de 1963 este hombre murió. Y todo lo que le ha ocurrido a partir de ese momento ha sido Jesús.  No estoy tratando de retener mi vida; yo renuncié a mi vida.”
Cuando me convertí a Cristo, yo era un músico que tenía dos grabaciones entre los 10 primeros lugares en los Estados Unidos, estaba consolidando mi carrera después de 13 años de arduo trabajo. pero Dios me habló en una parábola de tan sólo dos líneas (“La Perla de Gran Precio”). Me dijo: “Quiero tu carrera. Entrégamela a mi”. Él no me dijo: “dámela y te daré una carrera como pastor, ministro de música, o un ministerio musical que se extienda por muchas naciones del mundo”. No. Él dijo: “dame todo, liquida todos tus bienes y yo te daré la perla”. Ahora, la perla no es una carrera nueva o la oportunidad de hacerte un nombre para ti mismo como compositor o como líder. Ni siquiera la habilidad de sostenerte a ti mismo con esa profesión. Si la motivación de tus líderes al involucrarse en la adoración de la Iglesia Local es hacerse una carrera de tiempo completo de ello, probablemente se van a decepcionar.

La perla es Jesús. Y si ellos se enfocan en Él, probablemente van a dirigirse justo al centro de este avivamiento y saldrán ilesos. Por supuesto que van a tener que enfrentar muchas cosas, pero van a pasar a través de ellas de una manera piadosa y podrán estar delante de Dios sin avergonzarse habiendo sido usados por Dios para traer refrigerio del Espíritu a toda una nación y a través de esa nación, probablemente a todo un continente."

11 comentarios: