
En
la vida y el ministerio existen tiempos de mucha actividad pero también hay
tiempos de pausa. Nuestra sociedad occidental, adicta a la aprobación y el
logro, pone en un alto pedestal la meta cumplida, el desempeño y casi menosprecia los tiempos
en los cuales nos detenemos. Por lo tanto los seres humanos asociamos nuestra
identidad al logro más que a la reflexión y el descanso.
La
mente sin descanso no toma buenas decisiones, el cuerpo sin descanso y ejercicio colapsa
tarde o temprano, el auto sin descanso ni revisión periódica, falla, la casa sin arreglos se destruye, el alma sin reposo espiritual pierde la
dirección de la vida, la iglesia sin descanso se quema.
Los
efectos positivos del descanso y la pausa son muy evidentes: ayer compartí en
las redes sociales acerca de un rey en
la Biblia que decidió dejar de pelear por un tiempo y eso trajo efectos muy
beneficiosos, no sólo a su persona sino a todo su país. Se trata del rey
Roboam:
A pesar
de que su hermano Jeroboam, dividió el reino,
Roboam obedeció a Dios y no atacó para recuperar el terreno perdido. Pero esa
pausa le sirvió para consolidar su
reino. (2Cr.11:1-4). Esa pausa trajo muchos beneficios, los cuales la Biblia concentra en dos grandes áreas: Roboam se dio esa pausa para fortalecer las
ciudades que tenía (11:5-12) y además consiguió el apoyo de los sacerdotes, lo
cual contribuyó grandemente a la unidad espiritual y política de su reino
(11:13-17).
Si estás
en un tiempo en que parece no haber avance en tu trabajo, iglesia u otra área
de la vida, quizá es la pausa que Dios está ocasionando para volverte a enfocar
en Él, para volver a abrazar la visión perdida, para que recuperes la vida
familiar, la salud, etc. Aprovecha de fortalecer las áreas débiles de lo que ya
tienes. Si has dejado un poco de lado tu vida adoración íntima con Dios, este es el
tiempo de retomarla, si has estado trabajando febrilmente pero no has invertido
en reflexionar sobre la visión de tu empresa, ministerio o emprendimiento, este puede ser el tiempo de hacerlo.
Por
último quiero dejarles con este pensamiento. Salmo 46:10 «Quédense
quietos, reconozcan que yo soy Dios ¡Yo seré exaltado entre las naciones! ¡Yo seré enaltecido en la tierra!»
Exaltar a Dios, no sólo significa que Dios se glorifique a
través de tus acciones, sino soltar el control y descansar en Él para que Él
sea reconocido. Cuando decidimos descansar en Él, Él se glorifica. Bendiciones
para todos.
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